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Parecía que la próxima pelea de Alexander Povetkin sería mucho más fácil que las peleas anteriores con Chagaev y Chambers, ya que el oponente resultó ser de ninguna manera para un peso pesado. Tras el final de la pelea, el propio Povetkin admitió que esta victoria fue muy difícil para él. A pesar de su estatus, Marco Hook hizo reír al máximo al ruso, y en algunos casos sus golpes convirtieron al boxeador en una figura arrugada. Esto fue especialmente señoras cojiendo con hijos notable en las rondas 4 y 7, donde Alexander estuvo cerca de una caída. Sin embargo, el oponente más ligero también falló los golpes y, aunque duró las 12 rondas, los jueces aún le otorgaron una derrota por puntos.
